Visita a Retro Santo Domingo y Arcade Vintage, o cómo pasar un sábado increible

Como ya anunciamos hace unos días, desde la Asociación RetroAlba decidimos asistir como visitantes al evento Retro Santo Domingo que tuvo lugar ayer en Orihuela. Y para allá que nos fuimos un pequeño grupo de miembros con toda la ilusión del mundo y con ganas de disfrutar desde fuera de una feria de este tipo.
Dotados de un emplazamiento idílico para volver al pasado y con el claro objetivo de recaudar alimentos para los más necesitados, los chicos de la organización dispusieron un evento modesto pero con elementos suficientes para que Retro Santo Domingo sea una visita obligada en futuras ediciones. El nivel de los podcasts y las charlas fue simplemente sublime, había un buen número de máquinas para el disfrute del personal -mención especial para la gran variedad de ordenadores clásicos y la alfombra metálica de baile- y el mercadillo aunque reducido albergó muchos títulos a precios más que ajustados. Pero lo que siempre nos mueve a acudir a estos eventos y lo que ayer más disfrutamos fue de la compañía de tantos amigos con los que nos encontramos en estos saraos. Anécdotas, risas, debates y un gran rollo que, al acudir como público, pudimos disfrutar en mayor medida. Lo pasamos en grande, aunque echamos de menos a algunos que no pudisteis acudir.
El único punto negativo de la velada fue el horrible tiempo que azotó el evento durante toda la mañana, lo que probablemente provocó que a la gente le costase animarse en venir. Un problema que como es lógico no es achacable en ningún caso a los organizadores, cuya simpatía, amabilidad y buen hacer nos cautivaron. El año que viene repetiremos seguro.
Por la tarde -y aprovechando que estábamos relativamente cerca- decidimos acudir al gran templo del videojuego arcade en nuestro país. Nuestros amigos de Arcade vintage nos recibieron con los brazos abiertos, tratándonos con un cariño y afabilidad que nos hicieron sentirnos en casa desde el primer momento. Ahí perdimos la noción del tiempo y disfrutamos a tope de uno de los lugares más maravillosos de los que un aficionado a los videojuegos puede disfrutar en todo el mundo. La sensación de volver a tener quince años y estar en unos recreativos de la época no nos abandonó en ningún momento , y su sección de máquinas clásicas de los años ochenta nos dejó totalmente embelesados: Tempest, Asteroids, Galaga, Phoenix, Cosmic guerrilla, Out run, Space invaders…títulos que pueden jugarse en emulador, pero que cambian completamente cuando son jugados en su hardware original y con sus controles específicos.
Tras muchas partidas, charlas, bromas y colegueo -sois muy grandes chicos- decidimos que ya había llegado la hora de volver a casa, ya que de tanto jugar a Tempest y Asteroids la vista de nuestros conductores no estaba en las mejores condiciones para conducir de noche , por lo que nos montamos en nuestros vehículos y tomamos rumbo a casa con la sensación de haber hecho un maravilloso viaje en el tiempo con ambos eventos. Y es que no es necesario un Delorean para viajar al pasado siempre que haya gente con esta pasión por devolvernos a nuestra época favorita, aquella en la que no habían problemas y todo era diversión. Bravo por Retro Santo Domingo. Bravo por Arcade vintage.
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